Un poeta sin palabra

Era 7 de noviembre. allí no estabas,
tus pupilas no encontré. amor y baladas.
Mis conocidos reían, pero yo te buscaba
entre mis malas pero fieles hazañas.

Entre el mar camino, como héroe sin capa,
como soldado sin bala, como poeta sin palabra.
Como mujer sin periodo o como hombre sin barba.

He llorado como buen humano
y he perdido como buen amigo.
También he reido como hermano,
pero he sufrido como enemigo.

Mis luces ya no alumbran el sendero de regreso,
ahora estoy muerto, no veo, no pienso, solo quiero.
Querer y querer, es el verbo por el que navego.

En en el 36 fuí valiente, en el 40 cobarde
y entre mayo y mayo una carta guardo.

No soy el mejor hombre, ni la mejor mujer,
pues tan solamente un humano he de ser.

No han de ser desterrados de tu alma mis versos,
simplemente acojidos por mí en un día de poca calma.
En cada verso, algo de mí dejo, algo se escapa
entre las duras y bellas palabras.

Cada punto es un adios que no volverá jamás,
cada coma en un un respiro para mis pulmones
que desde dentro y en bajito gritan basta,
pues son viejos y ya se cansan.