Un hombre duerme en el cajero, por miedo a que le pege su inquilina

…según la teleoperadora “este teléfono es sólo para mujeres” dice la segunda vez que una vecina habla con ella, porque la primera vez al ver que trataba de un hombre directamente le colgó el teléfono…

Duerme en el cajero y tiene casa. En Labañou. Pero le da miedo ir a ella porque un día decidió acoger a una mujer, que se quedó, y le pega cada noche. Los vecinos aguantan gritos de “Te voy a matar” y más insultos e improperios y llaman al teléfono de mujeres maltratadas, pero según la teleoperadora “este teléfono es sólo para mujeres” dice la segunda vez que una vecina habla con ella, porque la primera vez al ver que trataba de un hombre directamente le colgó el teléfono. La Policía Local no viene al llamar los vecinos. La Policía Nacional viene y recoge la denuncia que el propio Juan presenta, pero no se la llevan de casa, se queda dentro y es Juan el que se va. Y la casa es de Juan. Y un hombre maltratado, vejado e insultado, se ve obligado a irse para no morir de una paliza. Y esto ocurre demasiado a menudo.

La mujer según palabras de Juan <>. Además es una persona violenta, a la que tienen vetada la entrada en muchos locales del barrio y que incluso amenaza a sus propios vecinos de escalera, a los que amenazó tanto verbalmente como por escrito (y está denunciada por ello). Ella tiene una perra enorme que lleva suelta por el barrio y que ladra cada vez que pega a Juan, llegando a morder tanto a uno como a otro para que paren (Juan nos enseñaba la cazadora mordida por la perra, desgarrada por los dientes).

Los vecinos están hartos de denunciar la situación, de soportar gritos y de ver que cualquier día en vez de llamar porque le están pegando llamarán porque de repente dejaron de oírlo y está muerto en el suelo de la cocina. Están decididos a hacer lo que sea para que se vaya, para que no haga más daño. Y han decidido recoger firmas para pedir apoyo, ya que nadie parece darlo.

El otro día decía la Ministra de Igualdad en la radio que una llamada salvaba vidas, ya fuera de un vecino o de la familia. Pero imaginamos que se refería sólo a las mujeres, porque si no, estaba mintiendo.

Nada tiene sentido, es un despropósito. Si fuera ella la maltratada Juan estaba en la cárcel. Pero en este caso es él el que duerme en un cajero, porque ella no se va, a ella no la detienen y nadie puede creer que todo esto esté pasando. Y ya estamos hartos. Al alejarnos del cajero donde lo encontramos, Juan nos decía con una sonrisa “esta noche, voy a dormir feliz, voy a estar tranquilo”.

Parece cómico, pero es algo bastante increíble. Me llamó tanto la atención esta noticia que decidí ponerla aquí, la fuente es Meneame. En qué país vivimos... madre mía.