Pasamos mucho tiempo de nuestra vida hablando de la muerte. Nos impone respeto, además nos hace ganar mucho dinero. Se preguntarán, ¿dinero? Sí, señores han lehído perfectamente, me refiero a las funerarias. Las funerarias no solo se basa en la palabra, si no que también abarca las fabricas de ataúdes, cosméticos, etc.
En este sector no hay crisis, pues los muertos nunca cesan, y ¿quién no quiere dar un entierro digno a un familiar o a un amigo? Me he replanteado mucho este negocio y he llegado a una conclusión, la muerte tiene un gran precio.
Iron Butterfly, Los Simpsons y Johann Sebastian Bach
Hace 13 años
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